Réquiem I
(A Feliciano García García, doctor)
I
Todo está consumado
El silencio cuelga
del río de las bocas
se hunde la piel
en los ojos
nadie lo oye
Muro negro
sin final ni sentido
llanto negro
(la sombra espera
crece, codicia
luego avanza sobre el
cuerpo dormido)
El silencio
permanece rotundo y cortante
Palabras sepultadas
palabras como venas
endurecidas negras
todo es negro
(no hay más luz
para el que está muerto)
II
Sol
sol de todos los soles
de amarillos salvajes
de caída en tajo
sangrante
más tuyo que mío
¿Recuerdas?
Sol y tierra
entre los dientes
en el cabello
pegados a la piel
y a la lluvia
Réquiem II
El alma era huerta
que tú levantabas
verde presencia, fortaleza
cómo te admiraba entonces
yo niño y tú gigante
No alcancé a decirlo
las palabras me quedaron
hundidas en el pozo del pecho
atravesadas en el nudo apretado
que aún tengo
Cuando me llamaron
ya te habías ido
(estabas desnudo, flaco
los ojos vacíos y tristes
en el cuerpo triste y vacío)
pero tú no estabas
No te fuiste de viejo
no te fuiste de cáncer
(el cáncer te hizo
los mandados)
no te fuiste del corazón
o del cigarro
Te fuiste de ganas
De volverte alfombra
de irte enrollando despacio
para que no te sacaran
Terco
siempre se harían las cosas
como querías
Imprudente ocurrente
hasta para morir
lo seguiste siendo
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